Has aparecido dando bandazos otra vez, cuando pensaba que ya te habías ido.
Me estremezco solo al oír tu nombre. Intento negarlo, pero sonrío cuando hablo contigo y eso me mata. No voy a negarlo, haces que en mi corazón retumben chispas de fuego. Fuego como aquel que un día creí que teníamos, por que si, tu me lo hiciste creer. Supongo que la inocencia de mi mirada te dejó vía libre para deleitarme con tus mentiras par acabar huyendo.
Siempre he creído que hay que destrozar para crear, llorar para poder reír, caer para poder levantarte, y romperte en pedazos para hacerte más fuerte. Pero no, no te daré el placer de decirte que lograste hacer de mi mil pedazos, por que no, no lo conseguiste. Me dejé llevar por la oscuridad de tu recuerdo, me dejé guiar por lo que creí y no por lo que fue
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